Weartech SHS Resistencia superior a la erosión y a la corrosión
Revestimiento de pulverización térmica Weartech® SHS ™ en tubos de calderas
Proporciona una resistencia superior a la erosión y a la corrosión
PROBLEMA: EROSIÓN Y CORROSIÓN
El carbón residual es un descarte de bajo valor energético que se ha acumulado durante más de un siglo en las minas de antracita y carbón bituminoso del noreste de Estados Unidos. Desde principios de la década de 1990, las centrales eléctricas de carbón cercanas a estas minas se han configurado para quemar esta fuente de combustible económica en calderas de combustión de lecho fluidizado circulante (CFB).
Por cada 100 toneladas de carbón residual quemado, se producen más de 60 toneladas de cenizas volantes, que contienen sustancias químicas como mercurio y azufre, junto con emisiones que contienen partículas muy finas de óxido de nitrógeno. Los operadores de la planta introducen piedra caliza en la cámara de combustión para controlar los productos químicos e introducir amoníaco para reducir las emisiones de óxido de nitrógeno. El resultado es un daño por erosión y corrosión que causa fallas en los tubos de la caldera y costosos cortes no programados.
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Proporciona una resistencia superior a la erosión y a la corrosión
PROBLEMA: EROSIÓN Y CORROSIÓN
El carbón residual es un descarte de bajo valor energético que se ha acumulado durante más de un siglo en las minas de antracita y carbón bituminoso del noreste de Estados Unidos. Desde principios de la década de 1990, las centrales eléctricas de carbón cercanas a estas minas se han configurado para quemar esta fuente de combustible económica en calderas de combustión de lecho fluidizado circulante (CFB).
Por cada 100 toneladas de carbón residual quemado, se producen más de 60 toneladas de cenizas volantes, que contienen sustancias químicas como mercurio y azufre, junto con emisiones que contienen partículas muy finas de óxido de nitrógeno. Los operadores de la planta introducen piedra caliza en la cámara de combustión para controlar los productos químicos e introducir amoníaco para reducir las emisiones de óxido de nitrógeno. El resultado es un daño por erosión y corrosión que causa fallas en los tubos de la caldera y costosos cortes no programados.
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